Dios debe ser nuestra prioridad, no alguien a quien exprimamos en una apretada agenda.
Desde el comienzo de la pandemia de COVID-19, muchos de nosotros nos hemos encontrado sin la estructura a la que antes nos aferrábamos con fuerza.
En marzo de 2020, nuestras rutinas diarias se vieron desordenadas al tener que permanecer en nuestros hogares a menos que prestáramos un servicio esencial a la sociedad. En este tiempo, muchos de nosotros encontramos consuelo al decidir poner a Dios en primer lugar en medio de esta crisis, retirándonos a las escrituras y a la oración mientras soportábamos una pandemia que definía a una generación y que se desarrollaba en tiempo real.
Muchos de nosotros nos hemos
encontrado sin la estructura a la que
antes nos aferrábamos con fuerza.
Y ahora, en el momento de escribir este artículo, muchas ciudades están empezando a mostrar cierta apariencia de normalidad (aunque con el preocupante espectro de la variante del Delta que amenaza con ralentizar, si no detener, los progresos realizados en la distribución de vacunas).
A medida que los negocios abren sus puertas y nuestras agendas vuelven a llenarse de actividades, es un buen momento para reflexionar y considerar cómo podemos mantener a Dios como una prioridad en nuestro día a día y no dejar que se pierda en el camino.
He aquí algunas preguntas para guiar tu reflexión:
1. ¿Con qué frecuencia está Dios en nuestros pensamientos?
2. ¿Con qué frecuencia formaba parte de nuestra vida cotidiana? (Antes de la pandemia)
3. Durante la pandemia, ¿tengo más o menos en cuenta a Dios?
4. ¿Qué cambios tendré que hacer para dar prioridad a Dios ahora que la vida se está abriendo?
El levantamiento de las restricciones nos ofrece una gran oportunidad para renovar completamente nuestro estilo de vida cotidiano. Este estudio pretende ayudarnos a hacerlo de manera que Dios ocupe el lugar que le corresponde como prioridad número uno en nuestras vidas.
Una sola cosa le pido al Señor,
y es lo único que persigo:
habitar en la casa del Señor
todos los días de mi vida,
para contemplar la hermosura del Señor
y recrearme en su templo.
Salmos 27: 4
Con esto en mente, he aquí cómo poner a Dios en primer lugar en tu rutina diaria siguiendo 9 sencillos pasos.
9 formas de Poner a
en tu rutina diaria
![](http://iasdmorristown.org/wp-content/uploads/2021/08/0_0008_1.png)
Romanos 12: 1
![](http://iasdmorristown.org/wp-content/uploads/2021/08/0_0007_2.png)
Marcos 1: 35-38
![](http://iasdmorristown.org/wp-content/uploads/2021/08/0_0006_3.png)
Jeremías 15: 16
![](http://iasdmorristown.org/wp-content/uploads/2021/08/0_0005_4.png)
Colosenses 3: 23-24
![](http://iasdmorristown.org/wp-content/uploads/2021/08/0_0004_5.png)
Romanos 11: 21
![](http://iasdmorristown.org/wp-content/uploads/2021/08/0_0003_6.png)
Efesios 5: 15-17
![](http://iasdmorristown.org/wp-content/uploads/2021/08/0_0002_7.png)
Rut 2: 3-4, 8-10
![](http://iasdmorristown.org/wp-content/uploads/2021/08/0_0001_8.png)
1 Samuel 23: 16
![](http://iasdmorristown.org/wp-content/uploads/2021/08/0_0000_9.png)
1 Tesalonicenses 5: 1 6-18
1. Renovad vuestros motivos
Así que, hermanos, yo les ruego, por las misericordias de Dios, que se presenten ustedes mismos como un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. ¡Así es como se debe adorar a Dios!
Romanos 12:1 – RVC
Para algunos de nosotros, necesitamos refrescar nuestros motivos echando un vistazo a por qué nos dirigimos a Dios. Esta escritura nos enseña cómo responder a la gran misericordia de Dios hacia nosotros: ofrecer nuestras vidas como un sacrificio vivo.
Esto significa que no basta con reconocer que Dios ha sido bondadoso con nosotros, sino que la verdadera gratitud hacia Dios nos lleva a vivir una vida desinteresada. Pero nuestros motivos son importantes.
No lo hacemos por los elogios, los aplausos o la atención de la gente. Nuestra principal motivación para este tipo de vida desinteresada es Dios y complacerle.
![Romanos 12-1](http://iasdmorristown.org/wp-content/uploads/2021/08/Romanos-12-1.jpg)
Preguntas para reflexionar
- ¿Con qué frecuencia evalúas tus motivos?
- ¿Qué otros motivos compiten con el de agradar a Dios en tu vida?
- ¿Vives tu vida motivado principalmente por vivir para Dios y agradarle?