OBEDECER

Dios nos ha pedido servir a nuestra comunidad. ¿Estamos dispuestos a obedecerlo? Hay tres razones por la cual la obediencia es importante:

1. La obediencia es nuestra protección contra el mal. ¡Al piso! Le dijo el misionero como un mandato urgente a su hijo. Esto sucedió mientras caminaban cerca de la aldea. El hijo del misionero estaba buscando protegerse del candente sol de este hermoso continente. El padre vio una Mamba negra que iba a atacar a su hijo. La mordida de esta serpiente es letal en el cien por ciento de los casos. Por eso fue que le gritó a su hijo para que bajara inmediatamente. El muchacho no tenía idea del porqué su padre le dio el mandato, pero por el respeto y el amor que le tenía obedeció de inmediato salvando la vida de este joven. De la misma manera, la obediencia a Dios nos protege de nosotros mismos.

2. La obediencia nos desarrolla para potenciarnos al máximo. Dios desea el bien para nosotros. Cuando nos pide obediencia, es seguro que nuestra vida será más exitosa y llena de satisfacciones. Cuando obedecemos y servimos a otros, progresamos.

3. La obediencia es la prueba y la evidencia de mi amor por Dios. “Los que aceptan mis mandamientos y los obedecen son los que me aman. Y, porque me aman a mí, mi Padre los amará a ellos. Y yo los amaré y me daré a conocer a cada uno de ellos.” Cuando no obedecemos ponemos nuestros deseos por encima del amor de nuestro Dios. La paradoja reside que entre más pongamos a Dios en primer lugar sobre nuestros deseos, más bendecidos seremos. Entre más nos demos importancia, menos bendiciones tendremos. La prueba de que amamos a Dios está en cómo servimos a los demás.

1. Pega una colección de noticias positivas en una sala de espera.

2. Cierra un grifo que esté dañado.

3. Cuida un bebé para que sus papás salgan a una cita.

MI ORACIÓN PARA EL DÍA DE HOY:

MI Cristo, ayúdame a ser obediente a tus mandatos. Quiero servir a los que están a mi alrededor hoy. Amén.

Al ser obediente pienso que… ______________________________