Ora específicamente

Nuestro hijo, Ovidiu, compró una casa a un precio extremadamente bajo, pero la casa estaba en mal estado y era bastante pequeña. Tuvo que remodelarla y ampliarla para acomodar las necesidades de su familia. Sin embargo, los precios habían subido considerablemente. Mencionó en repetidas ocasiones que lo más probable era que no pudiera terminar las obras por falta de recursos financieros.

Le pedí a Ovidiu que presentara sus necesidades ante Dios porque Él se ocupa de ellas. Me respondió que había orado por la casa, en general.

Entonces le pedí que fuera muy específico en la oración, que presentara una necesidad cada vez, que no orara hoy por lo que necesitaría el mes que viene o mañana, sino que orara hoy por la necesidad de hoy. Dios responde específicamente a los pedidos concretos. Dios no responde a oraciones genéricas.

No acudas a Dios y le digas: “Señor, salva a mi vecino”. En lugar de eso, puedes decir: “Padre mío, intercedo por mi vecino Juan. Por favor, toca su corazón. También, por favor, dame sabiduría y oportunidades para construir una amistad con él y llegar a él con las buenas nuevas del Evangelio”.

Marcos 10:47 presenta a Bartimeo pidiendo ayuda a Jesús. Le grita “¡Jesús, Hijo de David, ¡ten misericordia de mí!” Es un pedido genérico. En el versículo 51, Jesús le pide que sea específico: “¿Qué quieres que haga por ti?”. Bartimeo responde, “Maestro, que recobre la vista” (RVR1960).

Volviendo a mi historia, nuestro hijo empezó a orar específicamente. Pidió a Dios que le ayudara a encontrar un equipo que cavara el hoyo para los cimientos de la casa. Entonces empezó a buscar. Sin embargo, todos los equipos con los que contactó estaban programados con meses de antelación, y todos cobraban entre 18.000 y 22.000 dólares.