OBEDECER

Servir a las personas puede dejar a uno exhausto y a veces frustrante. Cuando te des por vencido recuerda tres cosas muy importantes:

1. ¡La persona que te llamó es importante!
Jesús llamó a sus discípulos dos mil años atrás y todavía sigue haciendo el mismo llamado. El sentido de llamado es crucial, especialmente cuando pasamos por momentos difíciles, porque a veces lo único que nos queda es el llamado.

2. El propósito por el cual fuiste llamado también es importante.
Reconoce por qué él te llamó. Hubo tres cosas que los discípulos pudieron hacer después de recibir el llamado. Sacar demonios; predicar; sanar. En el mundo de hoy es probable que tu llamado haya sido buscar a los que están perdidos. ¡Hoy Dios nos llama a estar con él! Tenemos que ser antes de hacer.

3. La personalidad o el carácter del que es llamado también es clave en nuestra misión.
Cada discípulo que Jesús llamó tenía diferentes personalidades. No existía uniformidad. Era evidente que la diversidad de caracteres de los discípulos fue algo beneficioso para el progreso del cristianismo. Provenían de familias diferentes, condiciones económicas distintas, visiones políticas particulares y trabajos diferentes. El mensaje que se nos trae es que si Dios pudo trabajar con estas doce personas a las cuales él llamó, entonces Jesús puede trabajar conmigo. Vivieron sus vidas sirviendo a otros a partir de su llamado.

SABER COMPARTIRLO

1. Sé un conductor amable. (Es posible en cualquier tipo de tráfico.)

2. Detén el elevador para permitir que uno más pueda llegar a tiempo a su cita.

3. Visita un puesto de comida en la calle y cómprale cualquier cosa.

MI ORACIÓN PARA EL DÍA DE HOY:

Señor, ayúdame a recordar que soy un ser humano y no una máquina de hacer cosas. Estaré contigo antes de trabajar contigo. Amén.

Al contemplar tu obra en cada discípulo me siento… _______________________________________________________________