OBEDECER

Tres peligros de dejar para mañana lo que puedes hacer hoy:

1. Hoy puedes ser la contestación a la oración de otra persona. Una de las cosas que Dios hace, a través de su Espíritu, es conectar a los hijos de Dios con aquellos que necesitan o que tú necesitas para suplir una necesidad. Si Dios te ha impresionado para hacer algo ahora, hazlo. Posponer tu generosidad es desobedecer. En vez de decir “más tarde” es el momento de afirmar tus convicciones y decir “he decidido”.

2. Estás vivo hoy, pero tú no sabes que será del mañana. Si tú entiendes que servir es un privilegio, estoy seguro de que no querrás posponer ese llamado para más tarde. Observa las frases que el salmista dice acerca de la fugacidad del tiempo: “breve”, “contado”, “suspiro” o “sombras”. David expresa claramente lo que muchos ignoran: El mañana no está garantizado, de manera que debes servir hoy.

3. Tú puedes decidir lo que va a ocurrir hoy, pero mañana otro lo hará por ti. Mientras estamos vivos, decidimos cómo, dónde, cuánto o a quién damos nuestros servicios o donativos. Después que morimos, si dejamos un testamento, ponemos en control de otros lo que no decidimos hoy. Por el hecho de estar vivo hoy, haz el bien a los demás.

SABER COMPARTIRLO

1. Envía flores a un compañero de trabajo.
2. Compra una sombrilla extra para los días lluviosos.
3. Dale a la mesera una propina mayor de lo usual.

MI ORACIÓN PARA EL DÍA DE HOY:

Señor reconozco que el mañana no está garantizado. ¿Me ayudas a hacer algo hoy?

Señor cuando dejo algo pendiente pienso que…. _________________________________________________________