1. Cada uno de nosotros tenemos problemas que enfrentar. Drogas, alcohol, pornografía, chismes, mal humor constante, exceso de trabajo, sexo inapropiado, irritabilidad, materialismo y legalismo.  No es simplemente una larga lista de cosas malas, pero si nos habla de la triste realidad que afronta el ser humano. Somos malos desde que nacemos y con el tiempo nos ponemos peores. El primer paso para sentirse libre es reconocer lo que nos aprisiona. Debemos orar y confesar nuestras debilidades delante del Señor. De la misma manera que has recibido la gracia de parte de Dios, ofrece esa gracia a aquellos que pasan por problemas que tienen que enfrentar. Recuerda que la gracia es un regalo que Dios te dio.

2. Todos podemos ser libres. Para cualquier pregunta, Dios tiene la respuesta. Para cualquier necesidad, Jesús tiene la solución. Sin importar las heridas, El Señor tiene la cura. La libertad no es para los privilegiados ni para unos pocos, sino para todos y especialmente para ti. ¿Puedes creerlo? Que la ayuda Divina no discrimina con nadie sin importar cuan profunda sea su adicción o su defecto. Todos podemos ser libres. TODOS.

3. La libertad es un proceso. La Biblia nos declara que toma un tiempo ser declarado libre (justificación) hasta el momento que comienzas a ver los resultados (santificación). Es como caminar en tierra firme después de haber estado en un bote. Por un momento sientes que estas todavía en el mar, pero en realidad ya estás en tierra. Es un sentimiento real, pero temporero. El hecho de que todavía sientas las cadenas de la opresión en tus tobillos no significa que las tienes. Ahora eres libre. Créelo. Esto te ayudara a ser paciente con los demás. No te compares con los demás ni los critiques porque sus pecados son diferentes a los nuestros. Estamos en un gran viaje y tenemos que animar a otros en su camino.

SABER COMPARTIRLO

Probablemente conoces personas que batallan contra una adicción.
Conectate con ellos y diles que puedes hablar y orar con ellos.
Mi oraci6n de hoy: Por las personas que enfrentan adicciones.

1. Ora para que Dios rompa las cadenas de la adicción.
2. Ora por los afligidos· porque creemos que pueden ser libres.